La telenovelas vuelven a ponerse de moda en España. Después de varios años en los que el mundo de las telenovelas sudamericanas no tenia nada que hacer en nuestro país vienen los Gavilanes con sus pasiones y despiertan de nuevo en nosotros la curiosidad por lo chévere, los malandros y los Lookies. Atrás habían quedado los años en que los venezolanos tocaban cada mediodia en la ventanita de nuestro televisor con grandes éxitos como Cristal, La dama de rosa, Abigail, Rubí o La loba herida.
Con el tiempo las telenovelas se reinventaron y surgieron de sus cenizas como el ave mitológica y se pusieron un toque de humor para parecer distintas siendo las mismas. Así llegaron a nuestras pantallas seriales como Betty La Fea, Mi Gorda Bella o incluso Pedro el escamoso. Con paso firme en su evolución, hace poco más de un año comenzamos a preguntarnos... "Quién es ese hombre...?" con gran éxito de auduencia en Canarias (Ahora repuesta para el resto de España) y por fin la serie que nos ocupa... La Mujer en el Espejo.
Esta telenovela dio otro pasito adelante y añadió ciertos toques fantasticos como sacados de la disney, al mas puro estilo de La Bella y la Bestia o incluso la Cenicienta. Chica fea conoce a chico. Chica fea se convierte en Megaguapa gracias a los efectos de un espejo mágico (espejito espejito, quien es la más bella?) y por último chica-fea-guapa no sabe como decirle a su machazo que ella realmente no es ella sino la otra, la fea. Todo esto regado con una gran cantidad de subargumentos en los que no faltan los hijos adoptivos, los hijos abandonados, los amores imposibles, los amores de antaño y las malas de novela, siempre tiene que haber malas de novela.
La mujer en el espejo no podia ser menos y tiene una mala malisima; Bárbara Montesinos, mala entre las malas, aliada con el superbombón de Alberto, con su prima de dudoso parentesco Xiomara y con los chaflamejas de Romero y Pedro Navaja. La primero Bárbara, era estupenda, luego pasa por los efectos del espejo y pasa a interpretarla la misma protagonista en un lio de misma cara dos personajes, y por último cuando ya sólo quedan como diez capítulos pasa por los efectos de la cirugia estética y se pillan a otra actriz que parece sacada de un taller de teatro de barrio, pésima.
No puede faltar en un blog tan gay como este un comentario a los galanes de la serie. Comenzando por el prota, Marcos Mutti, interpretado por el Guapísimo Juan Alfonso Baptista, su padre, Gabriel Mutti, machazo de madurez, Alberto Gutierres, quesito donde los haya, y por úlitmo Nino, mi favorito, un bombón cubano que se pasa los 150 episodios con la camiseta abierta luciendo tipazo y biceps al por mayor.
Pues eso, que a pesar de todo, les recomiendo que si tienen la oportunidad de verla no se la pierdan, porque realmente van a pasar momentos superdivertidos mirandose cada dia... en el espejoooooooo.
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